Steve Jobs odiaba las reuniones de trabajo

Steve Jobs sonriendo

El cofundador de Apple consideraba que las reuniones eran una de las peores cosas que existían en las empresas. En su opinión, interrumpían el trabajo, rompían el impulso y mataban la creatividad. Por eso, en 1986, Jobs inventó un sistema para acelerar la productividad y evitar las reuniones improductivas.

La carta interna de Steve Jobs

En una carta interna, Jobs propuso dos ideas para mantenerse fieles al principio de que unas pocas personas pueden producir un producto brutal si no están limitadas por la necesidad de convencer a una organización más grande de lo que saben que es correcto.

La primera idea era reservar todos los jueves como un día sin reuniones de ningún tipo. El jueves era un día en el que metafóricamente cerraban las puertas al mundo exterior y trabajaban tranquilamente de forma individual. La segunda idea era revisar los requisitos de personal a la baja para evitar convertirse en gerentes en lugar de contribuyentes o líderes de equipo.

El modelo de reuniones de Steve Jobs Jobs acabaría modelizando este sistema en el siguiente formato: reuniones con poco personal, de 3 a 5 personas, con una agenda breve con no más de 3 asuntos en el orden del día, y una duración de no más de 30 minutos y con una estructura clara. Este modelo de reuniones permitía evitar los malentendidos, las conversaciones derivadas y el caos que se producían cuando había demasiadas personas en una reunión.

Steve Jobs reunión 1986

La importancia de la creatividad

En una empresa donde el flujo creativo es esencial para ir un paso por delante de los rivales, como lo es en el mundo de la tecnología, es importante tener en cuenta las palabras de Steve Jobs. Las reuniones pueden matar la creatividad y la product de los ingenieros. Por eso, es necesario diseñar un sistema que permita trabajar individualmente sin interrupciones y que evite las reuniones improductivas.

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