¿Te imaginas despertarte un día y descubrir que has rejuvenecido décadas? Eso es lo que asegura Liz Parrish, una empresaria estadounidense que dice haber revertido su edad biológica gracias a la terapia génica. ¿Realidad o ficción? Acompáñanos a descubrir esta increíble historia.
El viaje a la juventud
En 2015, Liz Parrish se hizo famosa en todo el mundo al anunciar que había viajado a Colombia para someterse a una terapia génica que la rejuveneció 40 años. ¿Por qué Colombia? Porque en su país, Estados Unidos, no estaba permitido realizar este tipo de tratamientos. En ese momento, Liz tenía 44 años pero biológicamente sentía que tenía 62. Después del tratamiento, afirma que su edad biológica se redujo a 21 años.
¿Qué son los telómeros?
Para entender el rejuvenecimiento de Liz, primero debemos conocer qué son los telómeros. Los telómeros son las partes finales de los cromosomas que protegen nuestro ADN. A medida que envejecemos, estos telómeros se acortan. Cuando se vuelven muy cortos, nuestras células comienzan a envejecer y morir. Liz asegura que su terapia aumentó la longitud de sus telómeros, lo que esencialmente «detuvo» su envejecimiento.
Los detractores y la controversia
Claro, no todos creen en las afirmaciones de Liz. Muchos científicos cuestionan sus métodos y resultados. Dicen que no hay suficiente evidencia científica para respaldar sus afirmaciones y que podría ser solo una fantasía moderna del elixir de la juventud. Sin embargo, el aspecto juvenil de Liz parece ser una prueba visible de que algo ha cambiado.
¿Cómo ha cambiado Liz?
Han pasado nueve años desde que Liz se sometió a su tratamiento en Colombia. Aunque su documento de identidad dice que tiene 53 años, sus telómeros muestran que biológicamente tiene 25 años. Liz cree firmemente que este tratamiento la ha protegido del envejecimiento, manteniéndola joven y saludable.
Los marcadores de edad
Según las últimas pruebas, los telómeros de Liz son como los de una persona de 25 años. Sin embargo, los telómeros no son el único indicador de envejecimiento. Liz menciona que hay al menos 12 factores que deben gestionarse para «curar» el envejecimiento. Actualmente, están trabajando con siete genes para encontrar terapias que puedan abordar todos estos factores.
El tratamiento en detalle
En 2015, Liz tenía 44 años y sus telómeros eran muy cortos, como los de una persona de 62 años. Después del tratamiento, sus telómeros se alargaron a los de una persona de 21 años. La terapia no solo se centró en los telómeros, sino también en otros problemas como la acumulación de células envejecidas, el control del azúcar en la sangre, la estabilidad genética y la función mitocondrial.
Aspecto físico y salud
A los 44 años, Liz ya tenía un aspecto juvenil. Después del tratamiento, no solo mejoraron sus telómeros, sino también su apariencia física. Esto no fue inmediato, sino que tomó un par de años. La terapia incluyó telomerasa y folistatina, que ayudaron a mejorar la longitud de los telómeros y a aumentar la masa muscular y reducir la grasa.
Las críticas y el respaldo científico
A pesar de sus afirmaciones, Liz ha enfrentado críticas de la comunidad científica. Algunos dicen que sus experimentos no tienen validez científica porque no han sido sometidos a controles rigurosos. Sin embargo, Liz afirma que su trabajo se basa en estudios científicos revisados y en recomendaciones de expertos. Su objetivo es transferir terapias genéticas de la investigación a los humanos que más las necesitan.
Más allá del rejuvenecimiento
Liz no solo busca revertir el envejecimiento, sino también tratar enfermedades relacionadas con él. Menciona que hay muchos factores que intervienen en el envejecimiento y que es necesario abordarlos todos para mantener a las personas saludables y vigorosas durante más tiempo.
La vida personal de Liz
Liz es madre de dos hijos y fundó su empresa, BioViva, inspirada por la enfermedad de su hijo. Quiere que los niños que sufren enfermedades potencialmente tratables puedan vivir una vida larga y saludable. A lo largo de los años, ha recibido cuatro terapias genéticas y sigue abogando por su investigación y desarrollo.
BioViva y el futuro de la terapia génica
BioViva no vende terapias directamente, pero evalúa datos de empresas que lo hacen. Liz espera que estas terapias sean accesibles para todos en el futuro. Su objetivo es reducir el costo de las terapias génicas y hacerlas más asequibles.
El impacto de la terapia génica
Liz es optimista sobre el potencial de la terapia génica para prolongar la vida y mejorar la salud. Aunque aún no está claro cuándo la muerte será opcional, cree que los avances científicos están acercándonos a ese objetivo.
Accesibilidad de las terapias
Liz invirtió mucho dinero en su propio tratamiento, pero espera que en el futuro estas terapias sean accesibles para todos. BioViva trabaja para que las terapias génicas sean más asequibles y puedan beneficiar a más personas.