La seguridad de los datos y la protección tecnológica se han convertido en un pilar fundamental para el buen funcionamiento de las empresas. Más allá de cumplir con las normativas, la gestión adecuada de los datos es crucial para mantener la confianza de clientes y empleados, así como para evitar sanciones y proteger la reputación corporativa.
Los riesgos tecnológicos: principal desafío para el 60% de las empresas
Las amenazas cibernéticas evolucionan rápidamente y representan un riesgo creciente para las organizaciones. Según un estudio de Forrester, el 60% de las empresas consideran los riesgos tecnológicos como su principal desafío en 2025. Además, el informe de IBM revela que el coste medio global de un ataque cibernético en 2024 fue de 4,88 millones de dólares, un 10% más que el año anterior.
El impacto de estos ataques no es solo financiero, sino que también afecta la confianza del consumidor. Un estudio de KPMG señala que el 60% de los clientes desconfían de cómo las empresas gestionan sus datos, lo que puede repercutir en sus ventas y reputación.
La importancia de la protección de datos
La seguridad de los datos no es solo una cuestión técnica, sino un aspecto fundamental de la confianza corporativa. Las empresas deben garantizar la protección frente a ataques cibernéticos y demostrar su compromiso con la privacidad. La normativa GDPR exige políticas sólidas, pero las empresas deben ir más allá y ofrecer garantías reales a clientes y usuarios sobre el uso de su información.
Estrategia de protección de datos a largo plazo
Para enfrentar este panorama, es clave adoptar una estrategia de seguridad a corto y largo plazo:
Corto plazo: Implementar medidas contra amenazas comunes como phishing y brechas de datos.
Largo plazo: Prepararse para riesgos emergentes como el uso indebido de la inteligencia artificial (IA) y ataques más sofisticados.
Además, la protección de datos debe ser parte de la cultura organizacional, con formación constante para empleados y revisión periódica de políticas de privacidad.
El 78% de las empresas considera que la IA es un riesgo emergente
La inteligencia artificial (IA) ofrece beneficios en seguridad, pero también plantea nuevos retos. Según AuditBoard, el 78% de las empresas la considera un riesgo tecnológico emergente. Para minimizar estos riesgos, es fundamental garantizar la transparencia en su uso y el cumplimiento de normativas de privacidad.
El papel clave de los proveedores tecnológicos
En este contexto, los proveedores tecnológicos juegan un papel esencial. No basta con ofrecer herramientas avanzadas, sino que deben garantizar soluciones accesibles, personalizadas y alineadas con los objetivos de los clientes. En 2025, su rol será aún más determinante para mitigar riesgos y optimizar la seguridad corporativa.
Preguntas frecuentes
¿Cómo pueden las empresas mejorar la protección de datos en 2025?
Las empresas deben adoptar una estrategia integral que combine tecnología avanzada, formación de empleados y revisión continua de políticas de privacidad. Además, es crucial cumplir con normativas como GDPR y ofrecer transparencia en el uso de datos.
¿Por qué la inteligencia artificial es un riesgo para la seguridad corporativa?
Aunque la IA puede mejorar la seguridad, su uso indebido puede generar brechas de seguridad y vulnerabilidades. Las empresas deben garantizar que los algoritmos sean seguros y cumplan con estándares de privacidad.