El viaje de la domótica a los asistentes virtuales
Hace años, la idea de una casa inteligente parecía sacada de una película de ciencia ficción. El término domótica combina «domus» (casa) y «autónomos» (que se gobierna a sí mismo), refiriéndose a sistemas que automatizan las funciones del hogar. Sin embargo, su adopción fue limitada, en parte debido a los altos costos de instalación, que podían aumentar el precio de una vivienda en un 10%. Aunque estos sistemas prometían ahorros en el consumo eléctrico mediante el control inteligente de la iluminación y la climatización, no lograron una aceptación masiva.
Con el tiempo, surgieron términos como hogar conectado, hogar digital y hogar inteligente, pero estos conceptos tampoco lograron despegar por completo. La crisis en el sector de la construcción también contribuyó a que estas ideas quedaran en segundo plano. No obstante, en la última década, la situación ha cambiado drásticamente.
El renacimiento de la casa inteligente
Un punto de inflexión fue la introducción del termostato Nest en 2014, adquirido por Google. Este dispositivo no requería instalaciones complejas, ya que se conectaba de manera inalámbrica y aprovechaba la inteligencia de los smartphones que ya teníamos en nuestros bolsillos. Este enfoque facilitó la adopción de tecnologías inteligentes en el hogar.
Hoy en día, existen numerosos dispositivos que buscan mejorar la eficiencia energética, la seguridad y la comodidad en nuestros hogares. Por ejemplo, los sistemas de iluminación Hue de Philips permiten crear diferentes ambientes según nuestras actividades, ya sea ver la televisión, leer o despertarnos por la mañana. Además, dispositivos como Ring, adquirido por Amazon, actúan como timbres inteligentes con cámaras integradas que nos permiten ver quién está en la puerta desde nuestro móvil.
El papel central del smartphone
El smartphone se ha convertido en el centro de control de muchos de estos dispositivos. Ya sea un iPhone o un dispositivo Android, el móvil nos permite gestionar sistemas de calefacción, iluminación y seguridad a través de aplicaciones dedicadas. Algunos sistemas se integran directamente con los asistentes digitales del teléfono, mientras que otros requieren aplicaciones específicas.
Además de servir como centro de control, nuestros teléfonos actúan como asistentes digitales personales. Nos ayudan a programar citas, enviar mensajes, realizar llamadas y mucho más. Con el tiempo, estos asistentes han mejorado su capacidad para comprender el lenguaje natural, lo que facilita la interacción y los hace más intuitivos.
Asistentes virtuales: Siri, Google Assistant y Cortana
Siri, el asistente de Apple, puede crear citas, enviar mensajes y realizar llamadas. Incluso tiene un sentido del humor; si le preguntas «¿cuánto es cero dividido entre cero?», te dará una respuesta ingeniosa. Sin embargo, muchos usuarios solo utilizan estas funciones de manera superficial y no aprovechan todo su potencial.
Por otro lado, Google Assistant es una evolución de Google Now y ofrece una comprensión más avanzada del lenguaje natural, permitiendo conversaciones bidireccionales. Además de las funciones básicas, puede utilizar la cámara del teléfono para identificar objetos y recopilar información adicional.
Cortana, desarrollado por Microsoft, está disponible en ordenadores, tabletas y algunos dispositivos móviles. Se integra con el buscador Bing para proporcionar respuestas a preguntas y puede realizar tareas como crear recordatorios o buscar información en la web.
Asistentes en el automóvil
La industria automotriz ha comenzado a integrar asistentes virtuales en sus vehículos. Sistemas como Android Auto y Apple CarPlay permiten que las funciones del teléfono se integren con el sistema de infoentretenimiento del coche. Esto facilita la realización de llamadas, la navegación y el control de la música mediante comandos de voz, mejorando la seguridad al reducir la necesidad de interactuar físicamente con el dispositivo.
El futuro de los asistentes virtuales
La próxima generación de asistentes virtuales buscará anticiparse a nuestras necesidades. Por ejemplo, podrían seleccionar los correos electrónicos más importantes, ofrecer noticias relevantes según nuestra ubicación y proponer planes basados en nuestros gustos. La clave estará en la inteligencia predictiva, que permitirá a estos sistemas aprender de nuestro comportamiento y adaptarse en consecuencia.
En el hogar, dispositivos como Google Home y Amazon Echo están ganando popularidad. Estos altavoces inteligentes, equipados con asistentes virtuales, permiten controlar otros dispositivos del hogar, reproducir música, obtener información del clima y mucho más, todo mediante comandos de voz.
Consideraciones sobre privacidad
A medida que estos dispositivos se integran más en nuestras vidas, surgen preocupaciones sobre la privacidad. El hecho de que estén siempre escuchando para detectar comandos de activación plantea preguntas sobre cómo se manejan y protegen nuestros datos. Es esencial que las empresas desarrolladoras implementen medidas de seguridad robustas y sean transparentes sobre el uso de la información recopilada.